La industria global de semiconductores ha experimentado un crecimiento vertiginoso.
Alcanzando en 2023 un valor de más de 500 mil millones de dólares y se proyecta que superará los 750 mil millones en 2025 y 1 billón en 2030, según estadísticas del sitio web https://es.statista.com/. Este auge presenta una oportunidad única para Costa Rica, que busca fortalecer su papel en este sector estratégico.
Costa Rica cuenta con varias ventajas competitivas que la distinguen en la región. La estabilidad política, un sistema educativo sólido y la experiencia de más de 27 años de Intel en el país son factores que favorecen su atractivo para la inversión. Además, la ubicación geográfica del país, con acceso directo al Océano Pacífico y al Mar Caribe, lo convierte en un punto logístico clave.
Se estima que la llegada de más de 40 proyectos de inversión en el sector podría generar hasta 3.000 millones de dólares. Asimismo, la industria de semiconductores ya ha creado cerca de 5.000 empleos directos y podría triplicar esta cifra en menos de cinco años, según el Ministerio de Comercio Exterior.
No obstante, Costa Rica enfrenta desafíos significativos. La necesidad de mano de obra calificada, en especial técnicos y profesionales con competencias en tecnología y un buen dominio del inglés, es una de las principales barreras, explicó Eduardo Escalante, director de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Fidélitas. Para abordar este problema, se requiere mejorar la infraestructura y las capacidades del país, promoviendo la formación y capacitación de personal técnico en áreas específicas de la industria, agregó.
Costa Rica se encuentra en una encrucijada para satisfacer dicho requerimiento, no obstante, con la estrategia adecuada, puede capitalizar el crecimiento del sector de semiconductores y embebidos y consolidarse como un hub de innovación y desarrollo en la región.
Precisamente para atender esta necesidad país, además de las diferentes ingenierías vinculadas a este sector, Universidad Fidélitas ofrece el Técnico Básico en Manufactura de Semiconductores y el Técnico Básico en Desarrollo de Sistemas Embebidos, con una duración de once y nueve meses respectivamente, ambos en modalidad en línea y 100% virtual, y que dará una gran oportunidad a egresados de secundaria mayores de 16 años con un noveno año aprobado de colegio y que deseen incursionar en una novedosa industria y muestren curiosidad e inclinación por la interacción con dispositivos
Además, es fundamental implementar políticas públicas e incentivos que fomenten la colaboración entre el sector público y privado en la formación de talento. La creación de un centro nacional de formación en tecnologías y procesos de semiconductores podría ser un paso decisivo para preparar a la futura fuerza laboral. Agregó Escalante.